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Fecundo

Innecesario es decir lo que siento, cuando son los aromas del alma los que alojados en mis ojos se derraman de dicha...

Es como sentir en un segundo, cuando en mi piel esta precisa, cada caricia prometida como un manto liso e inmenso, abrigando en eterna esperanza tu latir fecundo...
Como dilatar el momento, en el que me abrazas con ternura y dices te quiero, mientras albergas sueños de quijote luchando contra molinos de viento...

Es como si en mis alas de golondrina perdida, un sensor seguro dirigiera el vuelo, hacia ti y tus sueños, hacia mi y el reecuentro.

Cuando me llamas con dulzura por mi nombre, es como si las flores de azahar se abrieran, para regalarse enteras a todos los enamorados que como tu y yo, esperan el rincon oscuro...para robarse un beso

Y entretanto, espero como fémina enseñada, a que el guerrero entienda, la forma de alcanzarla, a que su paso firme atribule al tiempo, para entonces abrir, candados y reservadas llaves y puertas, y asi fundir en uno, dos cuerpos cansados y sedientos como una sola huella en la arena del tiempo.

Trino de fuego

Un Trino de fuego

El dragón dominante, ejercía gran poder sobre el clan, una sola de sus miradas hacia temblar a sus discípulos colapsados entre el deseo de combatir y el sueño de vencer. Un soplo de viento enrarecido inundó la cueva y de pronto la niebla se apoderó de todo, solo el fulgor de sus ojos rojos y de su aliento caliente liberando energía danzaba en el lugar.
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Entramos a la habitación, en cómplice silencio, desnudos antes de tiempo por el deseo contenido hace milenios, él iba a encender la luz y mi mano como un ruego se deslizó sobre la suya atrayéndola hacia mi cuello, permitiendo que sus dedos subieran, hurgando entre mis labios, reconociendo la humedad guardada y prometida. Como dos ciegos iluminamos el lugar primero con besos de un ardor incontenido, con susurros y suspiros que acariciaban el cielo, consintiendo y rebelando, inspirados ambos en el baile del amor y luego degustando cada centímetro de piel mojada y sudorosa.
Las caricias flotaban y como en un instante de magia, sus manos se apoderaron de mi cuerpo y mi alma, sus labios silenciosos húmedos y tibios recorrieron insolentes recovecos, y lo amé, por ese solo instante lo amé.
Dije para siempre...

Envuélveme en tu fuego, quiero arder entre sollozos de miel,
Domina mis latidos, hasta estallar, hasta soltar en un grito un último suspiro,
Recorre mis entrañas, para recordar libar cual mariposa,
Y si en tus amaneceres tus manos se encuentran otra vez con el deseo de tenerme, solo mírame, sedúceme, llevando hacia el universo del sueño cada huella, cada gota perdida del estado alfa en que me encuentro.
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Una gran llama salió de su boca, los presentes asustados retrocedieron...y un rayo de luna llena ilumino la cueva disipada de la niebla, quedó claro desde entonces y para siempre quien manda.

Galope

Anoche soñé contigo
Soñé algo que ni comentar puedo,
pues se me sonrojan hasta los huesos...

Estabamos juntos desnudos ante el viento,
solo una sabana blanca contemplaba nuestros cuerpos,
delineando tus formas, y las mias en silencio.

Yo miraba en un momento desde arriba sintiendo
una paz enorme, del porte del universo.
Como tu pecho enchido, satisfecho y bien formado,
latia seguro, cuando mi mano acariciaba tu cabello

En un momento inexacto...me vi a tu lado ardiendo,
y las manos jugaban a que tu piel sintiera,
y sin despertar tu mente, desperté el aliento,
del hombre que reacciona dulce y vibrante ante mis besos.

Como amazona segura, voraz y aguerrida, te monté sinuosa,
convirtiendo mi piel en bandera al viento,
anclada en ti expandí el pecho, hacia el cielo poblado
de rincones de luz y besos

En galope intenso, olvidé tu sueño y mordí tus labios
con inusual deseo ...¡Despertaste!
Oh! La dicha del firmamento, se alojó en mi vientre,
en mis dedos, en mi sangre

Y desperte sudando, atrapada en el deseo
Y contemple mi cuerpo latiendo solitario

Fue un sueño, un maravilloso sueño.