Tuesday, March 10, 2009

Libélula en vuelo




Mi viejo aguarda , con la delgada tela de sus parpados baja, no quiere abrir los ojos al mundo que lo circunda, apesta a enfermo dice, apesta a vida que se acaba...
A veces una rebelde lagrima se escapa y resbala por su mejilla pálida, la absorbe su piel desértica y gastada ,y su alma hambrienta de vida y esperanza la traga con ansias.

Ese dolor innecesario que le acompaña , que lo mantiene con amarras a su blanca cama, me carcome y endurece, me recuerda lo pequeñas e inútiles que son mis armas, ese dolor que eriza la piel arrugada, entregada y fría a la espera de un final que aguarda..

El viejo es sabio, no es viejo por nada, él traspasó el tiempo con garras y con alas, supo decir si! aún cuando en la montaña arreciaba el viento contra su cara, de frente comandó ejércitos entre risas y fue el mismo plácidas aguas.

Al dolor que no abandona, lo adormece, lo hipnotiza y engaña, cuando trae a su mente la cazuela con papas, y la pichanga sin zapatos sobre la hierba mojada, cuando se ilumina su rostro con la lluvia que en su recuerdo alcanza, y un gesto, una sonrisa se esboza leve, mientras parpadea inquieto como niño vivenciando el juego.
Me pregunto quien estará en sus pupilas, si tendrá un espacio en la fiesta hipnótica para esta niña que lo ama.
Cogiendo sus manos las beso, mi viejo sonríe, abre los ojos y me mira...
Prometo acunar el sueño de su partida y cantar su nombre junto a la brisa, prometo escuchar su voz en la risa de los nietos y ser feliz aun en su partida.

Un rumor se agolpa en mi garganta... dice: te amaré viejo mío, te amaré hasta el fin de los tiempos.
Si este relato a llegado a tu corazon... te invito a vivenciarlo pinchando en este link: