Sunday, July 13, 2008

Anoche...


Anoche pensé en ti ; mis pestañas bajaron , junto al latido pausado,

y el suspiro que guardado estaba recuperó la voz y el canto


Te invité , silente compañero , el de sonrisa amplia,

el de mirada simple el de rostro de niño que juega y regala sueños.


Invité a la magia y su transitar curioso,

a recorrer a través de destellos de noche mis pensamientos

a libar las lagrimas que sin destino viajan a bañarse en la pampa de mi piel blanca,

entre caricias de luz y calor dormida entre tus brazos,

olvidé mi nombre y la historia que carga

olvidé las letras y las cuentas diarias

olvidé ser fiesta y trueno y acto pleno


Y convertida en vuelo, liviana sin cuerpo mantuve tu aroma flotando,

acariciando un sueño...


Elevadas y misteriosas montañas aparecieron, gigantes arboles empinados

tocaban con sus muchos dedos el cielo,

la fragancia a musgo de un rio cercano acariciaba mi cabello

y el viento frio danzaba silbando eterno, senti paz...


de pronto...

tu mano tibia encadenó mi espalda, desde entonces la llevo,

como un tesoro de libertad,

como un arca que abro cuando tengo frio,

y en especial cuando el mundanal ruido amenaza

con borrar la sonrisa y la magia que delicada se guarda en mi interior.