Wednesday, August 30, 2006

PASAJERO DEL VIENTO







Si yo soy el rayo de luz que aplaca la tempestad que te azota...
Tú eres la tibieza, la calma que me abraza y contiene, leche tibia, dulce miel siento en mis venas cuando tus ojos me miran y sonríes y sonrío.

Las vueltas que retozando en nuestra cama, en un ritmo de cuerpos que transpiran, son nuestro baile de cinturas revoltosas, nuestra danza de mar turquesa entre corales y somos dueños del latido del amante, que entre gemidos musita melodías divinas.

Esta noche cuando recorras mi cuerpo adentrándote en las cuevas olvidadas, contemplando con manos fervorosas cada monte descubierto y nuevo, cada sello en el tiempo quedo, viajarás impregnado como flecha certera, y guiarás tu anhelo del fondo de tu alma, al centro de mi universo

Un calor intenso alcanzará el invierno, de los pies cansados y enfriados intentos, por alcanzar montañas y nubes blancas, entre insólitas guerras de vidas pasadas que crearon divinas alabanzas y el desnudo convencimiento de ser un ave y un pez perdido, en la inmensidad del cielo de aire y agua, en la campiña entera regada por semillas de estrellas abortadas.

Me sentiré liviana, cuando tus caricias inquietantes logren transportarme a un nuevo mundo, el de los gemidos y vibrantes símbolos que inquietarán la selva ... la que te espera y desea.

Y el todo se hará de prisa, y las venas hinchadas serán río ardiente, volcanes crepitarán chispas y carnavales de luciernagas saltarán desde el vientre, hacia tu boca nogal perfumado de frutos cálidos.