Inhalando...salto!
Porque los
pensamientos están revueltos,
¡rebuscados insensatos!
¡rebuscados insensatos!
Porque en su
desorden aúllan mil voces incomprensibles,
Entre esas voces distingo tonos agudos y graves, me parece sentir algo dulce…
Un pensamiento solitario canta melodías, se muestra quieto y sin afectarse por otros.
Coqueto y con certezas silba suave y mi alma bailarina
despierta entre medio del bullicio
Siento la
necesidad de abrir – me, al viento, al rayo del sol, al roce de la hoja que cae
desde la copa del árbol… la veo venir liviana y verde cuando baja y luego resbala por mi hombro blanco hacia la tierra, en
su continuo de vida,
Siento la urgencia de abrir alas, como si fuera el libre pajaro
Y trascender volando entre nubes mientras juego a ser hermosa gaviota…ser sus huesos huecos y
sus plumas del pecho
Siento y
cada vez pienso menos, el silencio comienza y su melodía nos envuelve a ti y a mi, mujer pajaro, mujer gaviota, en su piel
orgánica sistémica libre y plena.
Ahora rozas
tu pierna en la mía, bajo el mantel.
Estamos
solos entre la gente que no veo y en medio del bullicio que no escucho,
solo se
que juntaremos los pechos latientes y saltaremos sin temor hacia el espacio
infinito de la nueva libertad que nace y
nos llama.
Besos redondos
jugosos e inoportunos como corresponde a los mejores.
La marandua