Efecto mariposa

Mi ayer y mi hoy, en aparente contradiccion y en dolorosa consecuencia,aquellos caminos de virtud y esperanza en violetas y silenciosos atardeceres.
Siempre a la espera de una luna nueva de oriente, blanca y suntuosa simbolo del pudor.
La que esta noche me invita a cantar en un simple murmullo ...

Causas y efectos , las mariposas en vuelo rondaban mi vientre, capullo creador de vida. Y de su aleteo se desprendieron polvos multicolores que atrapé dichosa adornando mi cabello.
Y encaminada por la senda del creador, sembré Lúcumos y Amapolas; en tierra de espinos, lagartijas y hedores antiguos, donde las certezas eran espejos de acero, donde la vida solamente permitia a si misma desoladas penumbras, sin risas, sin besos, sin anhelos...tierra con hambre de alma, pero sin olfato para adivinar un buen guiso, ni estomago para digerir un festin.

La siembra me fue permitida, como un juego; yo era una niña y mi esperanza iluminaba y saltando por sobre el lodasal, desgarrando raices muertas y despejando la copa del árbol para dejar caer sobre esta tierra “ la que hice mia” los tibios rayos del sol, y la dulce brisa de primavera, calmando con mantos de lluvia los dolores encostrados de arcilla.

Cada aurora nueva, contemplé regocijada y orgulloza como surgía de lo profundo nuevos y mejores brotes, mas fuertes, mas verdes, mas tiernos, y musité melodías desconocidas por los hombres,semejantes trinos solo surgen de las aves, y fui jilguero, y bullicioso gorrion ...

En una danza inconciente, inventé pasos, entonces lenguajes del cuerpo juvenil surgieron invocando hadas celestes, para destellear a tu lado.

Y tempestades arremetieron, invocaban a los fantasmas del fango, ellos arrastrando sus sombras cubrieron con cenizas las nubes. En ese momento, la lluvia se volvió ácida. El vergel prometido, pies gigantes aplastaron, y el temblor del hielo llegó hasta mis huesos, traspazando torrentes sanguineos y la fibra nerviosa; esa que movia en otro tiempo el mundo en un soplido, obligandolo a girar hacia la primavera soñada.
El invierno perenne detuvo mis pasos, cuando la quietud y el silencio, envolvió tuneles vacios en buscando aquel musgo dulce que timido se asoma desde su roca.
Llegó entonces la estacion de la señora dadivosa; doña Muerte se asomó en cada portal pordiosero como una dádiva y un alivio.

Y desvelados mis ojos, manchados y nublados otrora con el pálido verde esperanza, rescataron del fondo una chispa de anhelo.
Destructores se compadecieron derrumbando los velos y azotaron victimas de su propio precipitar uno a uno, los sueños, los trinos, las marchas militares y los lamentos de viejas añejas y obstinadamente vivas.

Y los escudos que con mi piel forjé, se rasgaron,Y seducida por las batallas triunfantes en mi mente y en mi corazon saque mi espada, punzante y filosa para proteger el nido, y entregando hasta el ultimo de los suspiros retorné a mi alma, por la causa y el efecto...de la Mariposa.