Sunday, January 04, 2009

se-extingue


Escucho la cancion “Besame” de Ricardo Montaner y la piel erizada me indica que el deseo de besar y ser besada se mantiene intacto en mi...


Crei sinceramente que al pasar los años y acumularse los besos y las desdichas

de los no besos se apaciguarían mis ansias, pero no a sido así.

Hoy cumplo años y estoy sola en mi cuarto, nadie ha llamado aun,

son las 16:00 hras y supongo que mis hijos y nietos

están ocupados en sus quehaceres, compartiendo con sus familias ,

otros tal vez descansando luego de una nueva agitada y exigente semana.

Yo en cambio, no tengo mucho que hacer,

me levanté temprano como siempre y después de retirar

la mínima película de polvo acumulada, almorcé algo que quedaba de ayer

viendo noticias de desastres y mentiras mil...

Ya no creo mucho en lo que la televisión informa

y nunca me interesó la farándula,

menos ahora que se basa en los esculturales cuerpos

de jóvenes mujeres regalándose como mercancía en liquidación de un Mall.

Cepillaré mi cabello 100 veces, y vestiré el vestido azul

que a mi hijo Eric siempre le gustó, y aunque dice que esta viejo

y que debo comprar otro, sé que es este el que le gusta,

le recuerda a su abuela Eliana,

con su abrigo azul ajustado a su delicada figura francesa venida a menos

en esta clase media chilena, me enorgullece recordársela.

Eliana fue mi madre y hace años que no me detenía

a reflexionar sobre nuestro amor y la dicha de haber tenido junto a mi

a la mas maravillosa de las madres, años que no dedicaba

al menos unos instantes de mis egoístas pensamientos,

para evocar su mirada verde y sus manos blancas,

su respirar pausado, sus silencios aprobatorios

y esa sonrisa rosa guardando las perlas de su boca, ay!

Dulces palabras recuerdo,

pronunciadas justo a tiempo y siempre acompañadas por un tibio abrazo...

Sin amenaza ni aviso previo, ella partió rauda hacia sus padres y hermanos

al encuentro con su propia luz.

Estaba triste, no quería irse aun,

sentía que sus retoños ya adultos aun eran niños

y que a ella aun le quedaban muchas historias por contar,

muchos dulces por regalar,

muchas comidas ricas por hacer ...

y mil y un beso de buenas noches por dar a sus nietos,

pero el llamado fue muy fuerte y no pudo resistirse a el.

Esa tarde de Noviembre,

a mi pesar liberé sus manos de las mías

y encadené las lagrimas que brotaban de mis ojos

cuando la ultima gota de verde luz emanó de los suyos,

consintiendo su partida humana e inevitable , sin regreso ,

rumbo a un principio sin final...


Mi hora esta cercana,

la ansio, la deseo, la anhelan mis huesos delgados,

la carne gastada, la piel arrugada y pálida y mi alma entera.

Voces en mis sueños auguran dulces reencuentros de dulzura inmutable.

Como aquellos que respiré desde el aliento de mis niños dormidos,

inocentes pichones sin plumas

los que nutrieron mi alma con suspiros

y cansaron mi cuerpo con requerimientos y necesidades mutuas,

de risas y abrazos tibios, mis niños los que ya no tengo,

ni siquiera los encuentro en los nietos que no son mis niños,

son los niños de otros...
Son de esos adultos que una vez lloraron sobre mi pecho de leche,

los que una vez cantaron conmigo la miel de la esperanza

cuando no había azúcar en casa,

cuando la luz era cortada y ante una vela expectantes

esperaban el relato que infunde paz a sus pequeños corazones,

con sus ojitos brillantes, sus boquitas rosadas,

sus manitos abiertas puras y repletas de sueños blancos...

mis niños.

El cántaro de greda entre mis manos

está sujeto de un hilo mágico a mi alma,

lo extiendo hacia el cielo, de hormigón armado,

blanco manchado, que silencioso me mira y no entiende que espero de él...


Espero mi polvo de estrellas el que necesito

para subir en un haz de luz hacia mi madre.

hacia él cae solo cal, y polvo de invierno...

humedad sin luz, resplandor apagado...

Cierro mis ojos, al fin entiendo que nunca los regalé al amor elegido...

aun están aquí,

siguen siendo mis comunes ojos

aquellos que a mi pesar guardaron imágenes de borrachos durmiendo en la acera

y agotados trabajadores en el metro...babeando,

insulsos seres humanos mecánicos,

y los que consternados observaron tantas temblorosas manos

sufrientes de tanto aceptar,

de tanto domesticar y ser domesticados,

vidas anónimas con miserias infrahumanas repelentes e invisibles .


Ojos que se repletaron de imágenes,

de libros, de poesía, de travesuras silvestres.

Ojos que han llorado poco,

porque tragué cada lagrima,

porque miré hacia fuera cuando en mi interior hervía el mar salado

y bullia por salir a través de ellos

Ojos que hoy siento secos,

que desearían cerrar parpados como las cortinas de mi habitación

y quedar a oscuras aunque fuera el sol brille para otros

Hoy que preparo mi partida elijo de mi galería

la imagen del vuelo de una hoja seca bajando impávida e inocente,

cuando ramas-dedos desde inconmensurables alturas la soltaban cantando,

susurrantes melodías de viento como mariposas en vuelo..
la espera la madre tierra en una invitación a renacer convertida en frutas y trigos o flores que alegrarán un día una delicada campiña.

Con esa simpleza concluyo alegremente que ...Presenciar el vuelo de una sola hoja vale estos xx años de vida que se extingue.......... ..... ... .. .